Paso 1: Preparación inicial
Comenzamos limpiando bien las alitas. Quitamos cualquier resto de plumas con cuidado y cortamos los extremos del ala. Dividimos cada alita en dos partes, justo por la articulación. ¡Así quedan más manejables!
Luego, cortamos las puntas de piel donde acumula más grasa. Colocamos las alitas en una fuente grande, sazonamos con sal y pimienta, y removemos para que queden bien cubiertas.
Paso 2: Creación del adobo
En un mortero, machacamos un diente de ajo con unas pinzas de sal gorda. Esto ayuda a liberar todo su aroma. Añadimos el pimentón dulce, el aceite de oliva y mezclamos bien hasta obtener una pasta homogénea.
Vertemos esta mezcla sobre las alitas y removemos con unas cucharas para que queden bien impregnadas. Por último, exprimimos medio limón en el mortero para recoger todos los restos del adobo y lo añadimos a la fuente.
Paso 3: Preparación del horno
Precalentamos el horno a 180°C con calor arriba y abajo. Mientras tanto, forramos una bandeja de horno con papel vegetal. Colocamos las alitas encima, dejando espacio entre ellas para que se cocinen uniformemente.
Paso 4: Primer horneado
Colocamos la bandeja en la mitad del horno durante 15 minutos. Pasado este tiempo, sacamos las alitas, les damos la vuelta y bañamos con los jugos que se han formado en la bandeja. Esto asegura que no se resequen. Volvemos a meterlas otros 15 minutos.
Paso 5: Toque final crujiente
Para conseguir ese acabado dorado y crujiente, damos otra vuelta a las alitas y las colocamos en la parte superior del horno durante 5 minutos más. ¡Listas para disfrutar!